En el primer piso del número 21 de la calle Preciados se amontonan decenas de ojos, piernas, brazos y cabezas. Buscan un muñeco al que unirse para devolver la felicidad a un nuevo niño madrileño. El Sanatorio de Muñecos se creó en Madrid en 1919 y desde entonces, tres generaciones de una misma familia han mantenido en pie el negocio, que además es una juguetería. Allí sigue habiendo cajas de música, soldaditos de plomo y casas de muñecas. Una especie de portal que nos lleva a viajar en el tiempo en un día de Reyes como este...
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