En Bravo Murillo, La Antigua Churrería nos da la posibilidad de mantener la tradición de ir a por los churros y el chocolate y traérnoslos a casa para darnos un festín en la mañana del fin de semana. Este local tiene ya más de 100 años aunque está totalmente remodelado e incluso adaptado para minusválidos. Dos son sus claves: el chocolate espeso, dulce y suave, y los churros y porras crujientes y recién hechos. Pero hay más. Se pueden tomar tapas, cañas y una gran variedad de tés e infusiones. Y además, tiene terraza.
3 comentarios:
Yo quiero!! Tenemos que quedar un sábado o un domingo por la mañana y vamos a por el desayuno
Pues como no nos demos prisa me da a mi que te enviamos los churros a tu nueva familia, y así les descubrimos que Spain is different
Jo, desayunar chocolate con churros en París, leyendo el periódico y con una boina... qué bohemio!!
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