Menús del día por precios que oscilan entre los 4 euros (un primero y postre) y los 6,95 (el menú completo), sus famosas pelotas rellenas y sus desayunos por 1,5 euros (con churros, porras o pan con tomate) son algunos de los reclamos de La Taberna de la Chulapa, que está ubicada en pleno barrio de Lavapiés. Pero además, esta clásica taberna castiza es un buen lugar para tomar copas por la noche o donde pasarse a ver fotos antiguas de Madrid. Un gran hallazgo.
Escondido en la calle Moratín, junto a la calle Huertas de Madrid, se encuentra desde hace algunos meses un pequeño bar que se llama 9+2 y del que casi no hay datos en Internet. Pues bien; una de sus propuestas estrella es esta hamburguesa que, acompañada por una caña de cerveza, sólo nos cuesta 3,5 euros. Ideal para comerla de paso sin perder más de 10 minutos o para picar algo rápido un viernes o sábado por la noche antes de dejarse caer por los bares.
Se llama Cacao Sampaka y allí se puede comer y comprar. Comer: un browny de chocolate con su helado de vainilla; degustar chocolate azteca o chocolate suizo; tomar chocolates fríos, magdalenas y croissants de chocolate e incluso tostadas con varios tipos de cacao. Por eso creo que estamos ante el templo del chocolate. Por eso y porque, además, se pueden comprar cajitas de bombones, tabletas, utensilios para preparar recetas de chocolate y distintos tipos de cacao. Cacao Sampaka está en distintas ciudades de España y de fuera de ella, pero en Madrid lo podemos encontrar en Alonso Martínez, en la calle Orellana. Un ambiente muy relajado, por ejemplo, para un sábado tarde (domingos, cafetería cerrada).
¡Una pizza para llevar! Si algún día opté por los Telepizzas, Pizza Hut o demás para mis antojos pizzeros caseros, ese día pasó a la historia hace mucho tiempo, cuando descubrí Il Piccolino Della Farfalla. Te puedes llevar una pizza por poco más de 7 euros y disfrutar de su extraordinario sabor. No es muy grande, así que olvídate de inflarte; pero tampoco pequeña, así que podrás quedarte bien agusto. Sólo hay que llamar por teléfono y esperar 10 minutos. Y, por supuesto, quien quiera, puede ir a la calle Huertas a comer los platos de su carta presonalmente.
Quienes vivimos en buhardillas, fumamos cachimba y nos sentamos a leer en un rincón del tejado con los edificios más céntricos de Madrid al fondo buscamos, muchas veces, ese pequeño rincón bohemio en el que estar agusto con nuestra gente. La Piola responde a ese objetivo. Un lugar tranquilo, agradable. Jazz y blues de fondo. De esos sitios que se prestan a que uno vaya a leer o a escribir, pero también a tomar un tranquilo café. Sillas y mesas, pero también ese viejo sofá en el que sentarse tranquilamente. Pero también se puede ir a picar algo o a tomar un mojito (u otro tipo de cóctel). Y con un elemento que lo termina de hacer especial: la luz...
Aun a riesgo de que deje de ser una calle algo desconocida, me lanzo a escribir sobre la calle Moratín de Madrid. Situada junto al Metro Antón Martín, une la plaza del mismo nombre con el Museo del Prado y comparte inicio con la zona baja de la conocida y a veces atestada calle Huertas. Pues bien; en la calle Moratín se esconden rincones auténticos, originales, de mojitos exquisitos, arroces deliciosos, jazz, música en directo, locales con encanto, tranquilos, diferentes. Sólo os cito algunos porque también es una zona por descubrir para mí. Dejad vuestros comentarios: entre todos podemos ir añadiendo nuevos lugares...
Para trabajar con el portátil o conectarse gratis a Internet: El Oasis (Moratín, 36). Wifi gratuito, amplia carta de tes y cafés. Por la noche, cocktails y copas con gominolas. Además, tienen un Club de Corazón Abierto. Esta es su página web. Por la tarde, un viaje a Estambul: Half Moon (Moratín, 16). Una tetería al estilo árabe que a uno le deja impresionado. Agradable, tranquila y muy auténtica (quizás algo recargada). Recuerda este post sobre este local. Por la noche, cocktails de 1ª: La Tarasca (Moratín, 27). Hay cocktails grandes, mojitos excelentes a 6,5 euros (lo merece con creces), un Long Island increíble. Aquí tenéis su grupo de Facebook. Pega: es pequeño. Si uno va pronto, no hay problema.
Estos somos nosotros en una reciente visita al Single, un garito muy escondido que descubrimos gracias a mi compañera María: está en la calle Tutor, zona de Argüelles, y supone una sobredosis de música de Marisol, Paloma San Basilio, Alaska, Miguel Bosé, Bisbal, Rafaella Carrá o Grease. Hasta el punto que incluso se echa en falta un respiro de vez en cuando. Está decorado con posters de Mafalda, fotos de artistas españoles, los walkie talkies que usábamos de pequeños o los libros de Santillana. Las copas cuestan 6 euros, hay gusanitos, patatas, chupa chups y hasta pelucas que aparecen en un momento de la noche y que se van pasando de unos grupos a otros. Si algo se respira es buen rollo y abre al menos hasta las 4. Single (proviene del single de un disco, no de soltero en inglés) es de esos lugares dificiles de descubrir y más dificiles aún de olvidar.